Damián Bassi, alias “Macri”, fue detenido el pasado viernes en la calle Garay al 2200 de Villa Gobernador Gálvez, ciudad lindera con Rosario hacia el sur, mientras caminaba. Se trata de un integrante de la familia Bassi, cuyo padre y dos hermanos fueron asesinados en crímenes con sello narco.
Estaba prófugo hace un año en una causa en la que está acusado por homicidio. ¿Por qué lo apodaban como el presidente de la Nación? Aún no se tiene la respuesta.
Sí se sabe que “Macri” tenía un pedido de captura en una causa en la que se investiga el crimen de Aldo Acosta, de 60 años, asesinado a balazos en esa localidad el 19 de diciembre de 2014.
El hombre fue detenido a pocos metros de la comisaría 29ª de esa ciudad sin ofrecer resistencia. El jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, Alejandro Druetta, explicó que “la impresión que da es que se estaba resguardando, que tenía temor a bandas contrarias a él”.
“Cuando vio que era personal policial, se relajó y dijo perdí”, abundó el jefe policial sobre la detención del prófugo. “Macri” Bassi será sometido a una audiencia imputativa por el fiscal de Homicidios Dolosos de Rosario, Adrián Spelta, quien lo imputará por el crimen de Acosta, confiaron fuentes judiciales.
La hija de la víctima, Norma Acosta, que posee una condena por narcotráfico, había acusado a la familia Bassi por el asesinato de su padre, y también por el de su ex pareja, Miguel Ángel “Japo” Saboldi, quien murió en 2013 en un incendio intencional en la Alcaidía de la Jefatura de Policía de Rosario.
Para los investigadores, el trasfondo de los crímenes radica en una disputa entre bandas vinculadas con la venta de estupefacientes en Villa Gobernador Gálvez y los barrios del sur de Rosario.
“Macri” Bassi es hermano de Luis “Pollo” Bassi (36), ex barrabrava de Newell’s Old Boys, sindicado como narcotraficante que purga dos condenas en prisión y está procesado como presunto instigador del asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero (27), jefe de la narcobanda Los Monos baleado en mayo de 2013, en Villa Gobernador Gálvez.
Tras el crimen del “Pájaro” Cantero, la familia Bassi, que posee una remisería en esa ciudad, sufrió de manera particular la violencia que llevó a la ciudad a tener una tasa de homicidio de 35 casos por cada cien mil habitantes, la más alta del país.
El 31 de diciembre de 2013 Leonardo Bassi, de 36 años, fue asesinado a balazos en la remisería de su propiedad por un hombre que se hizo pasar por cliente y le disparó, para luego escapar en moto.
Cuarenta días después fue asesinado su hermano Máximo Gerardo, de 34 años, en el mismo lugar, mientras arreglaba en la calle un camión de la familia.
Con igual método, un hombre que bajó de un auto le disparó sin mediar palabras y escapó.
El 22 de octubre de 2014 también fue asesinado Luis Bassi, de 60 años, padre, con una ráfaga de disparos mientras estaba en la puerta de su casa, lindera con la remisería familiar. Los investigadores esperan que este sábado “Macri” acepte declarar y dar su versión de la disputa entre bandas y también entre familias.
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