En esta oportunidad al menos es que fuerzas de la Policía Federal con asiento en esta ciudad y en Santa Fe, lograron desbaratar una importante banda de narcotraficantes integrada entre otros por el director de la Unidad Penitenciaria de Mujeres de Paraná, Victorio Aguirre y otras 12 personas, varias de las cuales pertenecen o pertenecieron a la Policía de Entre Ríos.
En el operativo que se llevó a cabo en distintos barrios de la ciudad y en la vecina Colonia Avellaneda, intervinieron 200 efectivos y los allanamientos y detenciones estuvieron bajo la órbita del juez federal paranaense, Leandro Ríos, aunque trascendió que la causa venía siendo investigada también por la justicia federal de Santa Fe y Rosario.
La crónica señala que durante los procedimientos se detuvo un total de 13 personas y se secuestró mucho material relacionado con la causa, como así también 2 kilogramos de cocaína de máxima pureza.
Entre los detenidos figuran, además de Victorio Aguirre, su hermano Guillermo Pedro Aguirre, quien había sido dado de baja años atrás del servicio carcelario provincial por un hecho delictivo menor.
Aguirre tenía amistad con Marcelo Alejandro Acosta, el ex chofer oficial de la Gobernación, hoy preso tras habérsele encontrado 20 kilos de cocaína en mayo del año pasado, en proximidades de Rosario.
La amistad viene de cuando Aguirre estuvo trabajando también como chofer en un área dependiente de la Gobernación; luego pasó a ocupar la misma función en el Servicio Penitenciario, donde en marzo de 2011 fue dado de baja.
En los operativos también quedó detenido Nicolás “Gordo” Castrogiovanni, un joven de 32 años, que en los últimos años se había transformado en uno de los jefes del narcotráfico en la zona de los barrios Paraná XVI y San Agustín.
Según informó Análisis Digital, Castrogiovanni es hijo de un policía retirado de la provincia. En poco tiempo, el narco logró un fuerte desarrollo en el negocio de la cocaína, con cifras económicas importantes y con conexión directa con Bolivia, desde donde le llegaba la droga.
Junto a él quedaron otros detenidos otro integrante de la Policía de Entre Ríos, en actividad, el sargento Rodrigo Medina y su padre, Hugo Medina, quien se retiró de la fuerza policial hace ya un tiempo.
A ellos dos le secuestraron 2 kilogramos de cocaína de máxima pureza que, al parecer, habría pertenecido a Castrogiovanni y ellos la tenían oculta en su vivienda.
El sargento Medina está destinado en el destacamento del barrio Mosconi de Paraná, un lugar de los más conflictivos de la ciudad. Fueron detenidas además Liliana Ruiz, Edith Torres y Lorena Bianchi, al parecer allegadas al grupo que lideraba Castrogiovanni. Lo propio sucedió con Iván Castrogiovanni, hermano del jefe narco,
David Victor Villaverde, Germán Andrés Gómez y Fernando Manuel Gómez. Estos dos últimos cumplieron funciones en la Municipalidad de Paraná entre marzo de 2012 y septiembre de este año.
Las vinculaciones podrían extenderse a miembros de la familia de los Aguirre, varias de ellas en el servicio penitenciario de Paraná, desde donde se operaba con el negocio del narcotráfico, utilizándose incluso bienes del Estado.
Por ello fue que quedó detenida la mujer de Guillermo Pedro Aguirre, Evangelina Priscila Alvarez, que es también agente del Servicio Penitenciario de Entre Ríos desde el 2010.
Todos los detenidos comenzaron a ser indagados este domingo 20/12 por el juez Ríos en dependencias del Juzgado Federal de Paraná.
Hasta aquí la crónica de un hecho sorprendente para la ciudadanía paranaense, sobre todo por haber entre los implicados tantos miembros de las fuerzas policiales.
Y es justamente por eso que en distintos círculos de la política se ha comenzado a especular respecto a que el operativo ha tenido un llamativo oportunismo habida cuenta lo sucedido días atrás con el nombramiento de Mauro Urribarri, hijo del ex gobernador, como ministro de Gobierno y Justicia.
Ocurre que las principales objeciones a la presencia del joven en ese lugar se debieron a que ha estado investigado en varias ocasiones por sus relaciones con personajes vinculados al mundo de las drogas y la trata de personas, y ahora él estaría al frente de las fuerzas que lo investigaban.
Por ese motivo no son pocos los que desde la política creen ver en este megaoperativo una operación armada con el fin de poner al ministro en una posición favorable ante la opinión pública.
Quienes opinan así señalan la precisión y la efectividad de los procedimientos, ya que más allá de que supuestamente venía investigándose desde Rosario y Santa Fe, el alto conocimiento que se tenía sobre los involucrados, los hace imaginar que para llegar a ellos hubo algo más que una exhaustiva investigación.
Por lo pronto desde el gobierno se apuraron a informar que ante los hechos, el ministro de Gobierno, Mauro Urribarri “dispuso la inmediata separación de la fuerza policial del directos de la Unidad Penal de Mujeres de Paraná, Victorio Bernardo Aguirre”.
Por otro lado se hicieron conocer declaraciones del ministro que señalan que “Se van a sustanciar las investigaciones administrativas necesarias para llegar al fondo de esta situación y tomar las medidas que correspondan.
Nuestra fuerza de seguridad está integrada por miles de hombres y mujeres honrados y que trabajan día a día arriesgando su vida. Que tienen un enorme coraje y a quienes una situación como ésta les duele como policías y como seres humanos”.
Las convenientes palabras del ministro finalizan diciendo "Las verdaderas víctimas son los que no tienen la oportunidad de elegir, otros pueden hacerlo y optan por un camino que suele no tener retorno. Ellos responderán ante la Justicia".
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