Se llamaba Violeta Natalia Vega Encina, tenía 23 y era hija de bolivianos. Había ido a bailar con su novio dominicano a un boliche ubicado en México y Tacuarí y, alrededor de las 6, decidieron irse.
Se subió a su camioneta Chevrolet Spin blanca y a las siete cuadras la acribillaron a balazos desde otro auto.
Los investigadores intentan determinar si el crimen está relacionado con una pelea de pareja o si fue víctima de un ataque tras una discusión dentro de un boliche al que presuntamente había concurrido.
El homicidio fue en Cochabamba y Tacuarí, a media cuadra de avenida Juan de Garay, y su novio, que presenció todo, declaró como testigo en la comisaría 16.
Según el relato de Genaro González, todo comenzó en un boliche ubicado en México y Tacuarí, donde concurrió junto a su pareja. Allí, mantuvieron una discusión con otro hombre oriundo de República Dominicana y, de acuerdo al testimonio del novio de Vega Encina, se retiraron del lugar.
"Acababan de salir de un boliche. En esa zona hay varios bares y boliches donde concurre mucha gente de la comunidad dominicana", dijo a Télam un investigador policial.
Las fuentes agregaron que la mujer manejaba una camioneta Chevrolet Spin y que González estaba ubicado en el asiento del acompañante. Si bien no está confirmado oficialmente, una versión indicaba que en el vehículo también se hallaba una tercera persona en el asiento trasero, pero esta tarde esa persona no había sido encontrada.
De acuerdo a lo que pudo contar el novio a la Policía, al llegar al cruce de Tacuarí y Cochabamba, un auto se cruzó en el camino de la Spin y los ocupantes de ese vehículo comenzaron a disparar.
Un testigo escuchó entre tres y cinco detonaciones. Los voceros dijeron que varios balazos impactaron en el cuerpo y la cabeza de la mujer, quien murió en el asiento del auto, mientras que su novio resultó ileso.
Los investigadores intentaban hallar alguna cámara de seguridad que pudiera haber captado el momento del ataque o de la fuga de los sospechosos.
También se procuraba encontrar imágenes que avalen la versión que apunta a que el crimen pudo estar vinculado a una pelea dentro del boliche al que asistió la mujer con su novio, aunque no se descartan otras hipótesis.
En ese sentido, los pesquisas secuestraron los teléfonos celulares de la víctima y su concubino para desechar o confirmar las distintas líneas de investigación.
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