El cuerpo sin vida de Leandro Ortiz fue hallado flotando en el río Paraná, por efectivos de la Armada de Paraguay. Estaba cerca del club de pesca Pacú Cuá de la ciudad de Encarnación y sus padres lo reconocieron ayer, una semana después de haber denunciado su desaparición.
Si bien el cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, la ropa que tenía puesta y también los tatuajes en su cuerpo, fueron claves para que sus progenitores lleguen a la conclusión de que se trataba de su hijo, quien vivía con ellos en la localidad de Wanda.
De acuerdo a fuentes policiales, el cuerpo fue encontrado el sábado pero recién el lunes recibieron la notificación de que podría ser el muchacho, por lo que en la víspera partió hacia Encarnación una comitiva integrada por uniformados y familiares de Ortiz.
El hallazgo permite dimensionar que el cuerpo viajó alrededor de 300 kilómetros por el río Paraná y en ese sentido, cobra fuerza la hipótesis de un accidente vial que habría protagonizado el joven en la moto que manejaba la última noche que lo vieron con vida.
En ese sentido, vale aclarar que el rodado fue encontrado el miércoles, casi debajo del puente sobre el cauce del arroyo El Bonito. Tenía serios daños en la parte frontal y eso, de alguna manera hizo presagiar el trágico destino.
El juez de Instrucción Tres de Puerto Iguazú, Juan Pablo Fernández Rissi, deberá solicitar las medidas correspondientes para repatriar el cuerpo, aunque eso se efectivizará cuando la Policía de Wanda eleve todas las actuaciones que realizó hasta el momento.
En ese sentido, el cuerpo del muchacho sería llevado directamente a la morque judicial de Posadas para la práctica de una autopsia que determine la causa fehaciente de su muerte y ese estudio puede demandar, al menos, una semana.Una semana de angustia
El joven de 22 años fue visto por ultima vez con vida alrededor de las 3.30 del sábado 21 de junio, en la vivienda de su novia ubicada en el barrio Piedras Preciosas, donde compartía una reunión con varios amigos.
En determinado momento se retiró del lugar al mando de una moto, que era propiedad de otro chico, amigo de la dueña de casa. Debía ir hasta el otro extremo de la ciudad, en la rotonda, para buscar a otro conocido pero nunca llegó a destino.
Casi una hora después, el muchacho que esperaba que lo busquen llegó al domicilio del encuentro pero en otra moto y con otro acompañante, asegurando no haber visto a Leandro.
El padre del joven radicó la correspondiente denuncia por su desaparición dos días después, en la comisaría de Wanda, lo que motivó la incesante búsqueda en los lugares donde se presumía que el chico debió transitar para llegar donde estaba su amigo.
La búsqueda dio resultado el miércoles de la semana pasada, ya que los efectivos encontraron restos de una motocicleta en el puente que atraviesa el arroyo El Bonito y supuso que podría tratarse de la misma que conducía Leandro aquella noche.
Centraron el rastrillaje en esa zona y al día siguiente, los investigadores encontraron la moto marca Kymco en el lecho del citado cauce hídrico. Sin embargo, de él no había novedades al menos hasta el mediodía de ayer cuando se confirmó su muerte.
El supuesto accidente ocurrió cerca de un destacamento de Gendarmería apostado en la zona, pero los detectives se entrevistaron con los hombres que montaron guardia esa noche y estos aseguraron no haber visto ni escuchado nada.“Teníamos esperanzas”
Durante varias horas de la mañana del lunes, los familiares de Leandro cortaron una de las calles de acceso a la localidad, pidiendo respuestas ante la muerte del joven. El deseo de la familia es conocer si efectivamente, se accidentó e inconsciente cayó al agua con la moto o si fue atropellado por alguien que, para no dejar rastros, antes de abandonarlo lo tiro al cauce del arroyo
Fuente: Elterritorio
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