Ovidio Hermida, uno de los propietarios, comentó que esta vez lograron entrar y "robaron más de 40 jeans, camisas, camperas, tapados y 800 pesos, y desmantelaron la cámara de seguridad", acto que pudimos verificar una vez dentro del local.
Aparentemente, no pudieron acarrear más cosas porque alguien pasó por la vereda y esto provocó que huyeran. La Policía concurrió pero, al momento de la entrevista, el dueño desconocía si habían levantado huellas para cotejar con el banco que la Fuerza de seguridad posee para poder iniciar las investigaciones y dar con los delincuentes.
No es la primera vez que sucede este tipo de hechos en la zona; según nos comentó Hermida, "ya robaron en varios locales alrededor" y enfatizó que, si bien San Rafael parece un lugar tranquilo comparado con Mendoza capital, "últimamente se ve con más frecuencia este tipo de hechos que nos dan miedo a todos".
Los propietarios, que son de la ciudad capital, le confiaron a este diario: "No podemos creer que todo se esté deteriorando de esta manera… Pensamos que aquí las cosas serían distintas de la gran ciudad, pero ya ve, no lo son", sentenciaron.
El panorama dentro del negocio era desolador. Vidrios esparcidos por todos lados, trozos de maniquíes por el suelo, algunas estanterías vacías y la sensación de que nada está a salvo de la ola de inseguridad que cada vez se hace más extensa en la geografía de esta y de casi todas las ciudades del país.
Parece que nadie ni nada está a salvo del accionar de la delincuencia, se evidencia un desamparo por parte del Estado hacia los ciudadanos honrados que trabajan y procuran hacer de este país algo mejor para las generaciones venideras.
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