martes, 24 de junio de 2014

"Lo mataron", dijo la madre del hombre que murió en la comisaría luego de ser detenido en su casa

Claudio Gil (34) falleció el sábado en la Comisaría 19 de Junín, a donde había sido llevado por estar descontrolado. Tenía un corte sobre la ceja derecha, los dedos reventados, hematomas en las piernas y golpes en el cráneo.



“Lo mataron. Quiero que se sepan los nombres de todos los policías que estaban ese día en la Comisaría 19 de Junín”, dijo Elsa Navarro de Gil (65), la madre del hombre de 34 años que falleció a primera hora del domingo, después de ingresar demorado a la Comisaría 19 de Junín.

“Mi hijo era un enfermo, un adicto, pero no tenía otro problema de salud. Lo vieron exaltado y lo tendrían que haber llevado al hospital, no a la comisaría”, dijo Elsa, mientras velaba ayer a su único hijo varón, Claudio Gil, a quien todos conocían como el Willy Gil.

“El cuerpo tiene un corte sobre la ceja derecha de unos 5 centímetros, los dedos reventados y hematomas en las piernas. Además, tiene varios golpes en el cráneo”, dijo la mujer. “Ya la Justicia está investigando. No vamos a descansar hasta que se sepa toda la verdad”, agregó e indicó: “No aparecen sus pertenencias, como la billetera donde tenía bastante dinero. Y el cuerpo lo llevaron a la morgue  sin ropa”.

La madre del fallecido se quejó además de que alguna fuente policial le haya indicado a algunos medios de prensa que a Claudio Gil lo apodaban Joyita. La mujer indicó: “No es cierto, todos le decían el Willy Gil” y presumió que eso fue para cargar culpas contra su hijo.

La locura y la muerte

Elsa Navarro contó que su hijo tenía un serio problema de adicción y cuando consumía “se perdía, pero no era violento y jamás le pegó a su familia” (estaba en pareja y tenía dos hijos).

Incluso, Elsa contó: “El domingo anterior la misma policía había gestionado para que lo llevaran en ambulancia al hospital, porque estaba perdido, pero esta vez lo llevaron a la comisaría y lo molieron a golpes”.

Elsa es enfermera profesional jubilada, le habló a Diario UNO muy angustiada, pero con mucha claridad. Contó que su nuera, a primera hora del domingo, llamó a la policía porque Claudio estaba exaltado y necesita ayuda para controlarlo.

“La policía fue, lo agarró y lo tiró al suelo. Cuando caía, golpeó la cabeza contra la cama.  Después llegué yo, que vivo a unas 10 cuadras, y vi que lo tenían tirado en el asiento de atrás del patrullero y apretándolo. Les pedí que lo dejaran respirar, que lo llevaran al hospital, pero no me escucharon. El patrullero se  fue con la puerta abierta y los pies de mi hijo asomaban para afuera”.

La familia del fallecido contó que Claudio Gil ingresó detenido y vivo a la Comisaría 19. “Un nieto mío, sobrino de mi hijo, lo vio entrar”, dijo Elsa. Parecía estar maltrecho, pero vivo. Eran cerca de las 8. Sin embargo “a la hora y  media nos llamaron para decirnos que había muerto”, contó la madre.

El informe oficial dijo el domingo que después de reducir a Gil en su domicilio, casa 25 de la manzana A del barrio Ciudad de Junín, el personal “procedió al traslado del sujeto hasta la dependencia. Al arribo, esta persona se  descompensa solicitando en forma inmediata la presencia de una ambulancia. Examinado por personal médico constatan el deceso de Gil, quien según testimonio de los familiares era adicto a ciertas sustancias”.

Elsa facilitó fotos del cuerpo para demostrar que lo que cree está sustentado en las  huellas que presentaba el cadáver de su hijo.

“Tiene los dedos de las manos reventados, moretones en las manos, en la cara, en las piernas, un corte sobre la ceja derecha y la cabeza llena de chichones”.

Además, indicó que Claudio no tenía ningún problema de salud, salvo su adicción, que hiciera suponer que hubiera podido sufrir alguna descompensación severa que lo llevara a la muerte.

La Justicia confirmó que Claudio Gil tenía antecedentes relacionados con infracción a la ley Nº 23.737 por tenencia de estupefacientes. En Junín algunos vecinos también reconocen su relación con las drogas e, incluso, su familia reconoce que tenía serios  problemas con los estupefacientes. Sin embargo, nadie pudo sostener que Gil haya sido un hombre violento.

La causa comenzó a ser instruida en la Oficina Fiscal de Junín y su suerte dependerá de la instrucción de la  Unidad Fiscal de Rivadavia.

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