En lo que va de 2016, según fuentes policiales que pidieron reserva de identidad para dar el dato, se denunciaron alrededor de 70 robos de motos en Tucumán. Si bien desde la fuerza expresan que este número está por debajo de la media mensual de 2015, unas 80 denuncias por mes, reconocen que uno de los lugares donde se está generalizando este tipo de robos es en el este.
En Lastenia, Banda del Río Salí, Alderetes, Delfín Gallo, La Florida y Ranchillos arrecia el robo. Sólo hay un lugar en la provincia que se parece en esto: la zona de El Manantial y San Pablo. En menor medida, le siguen en la lista de lugares peligrosos la periferia de la capital tucumana y algunos barrios de Yerba Buena.
Por qué las motos
Hay numerosas razones por las cuales los delincuentes eligen a los motociclistas como víctimas y no a los conductores de automóviles.
“La moto es muy fácil de esconder y de transportar. Tranquilamente se la puede subir a una camioneta y llevarla a otro punto de la provincia.
Además, se la puede esconder en cualquier rincón. En cambio, los automóviles no son fáciles de ocultar. También es más fácil desarmar una motocicleta.
Esto hace que florezca un gran mercado negro de motopartes, que tiene una gran demanda de motociclistas que aprovechan para conseguir los repuestos para sus motos de forma más barata. Lo que no se dan cuenta es que pueden verse envueltos en una causa judicial por esa compra”, señaló una fuente policial.
Modalidades de robo
En relación a los modus operandi que suelen utilizar los delincuentes que roban motos, los investigadores reconocen que hay tres formas.
La primera y la más común es el hurto. “Un 80% de los robos de motos se da cuando los dueños las dejan en la vereda y cuando vuelven a buscarlas no están.
Los delincuentes cuentan con herramientas que les permiten burlar los candados y arrancar los rodados en menos de 30 segundos.
Esta es la más elegida porque los ladrones no son tontos: saben que no es lo mismo juzgar penalmente un hurto que un robo con armas de fuego”, confía la fuente.
En segundo y en tercer lugar se dan las modalidades violentas. Una de ellas es cuando se acercan una o dos motos al motociclista que quieren robar. Esperan que se pare en algún semáforo o le cierran el camino.
Le apuntan con algún arma para que se baje. También se baja de la moto el delincuente que ocupa el lugar de acompañante y toma la moto de la víctima.
La última se da generalmente en zonas periféricas. Los delincuentes necesitan para esta modalidad que los ocasionales testigos de la maniobra no actúen en contra de ellos.
Allí esperan que pase un motociclista, preferentemente solo, y le arrojan una piedra o algún elemento lo suficientemente pesado para derribarlo. Los delincuentes se hacen con la moto y escapan.
Casos
Hace dos semanas, después de que le robaran $40.000, el comerciante Samuel Núñez, de Banda del Río Salí, dijo que la zona “después de las 18 es tierra de nadie”. Sin embargo, los robos a los motos se dan a cualquier hora.
El 12 de febrero, Graciela Dauria, a mediodía, y Antonio Rafael Corbalán, a las 22, tuvieron que entregar sus motos en el “puente de hierro” de Alderetes, amenazados con armas de fuego por cuatro hombres en moto. Ese mismo día hubo tres denuncias más.
A Carlos Osores le hurtaron la moto en Delfín Gallo, mientras que Nicolás Romano y José Osores presentaron denuncias similares: a ambos les robaron la moto en Alderetes a punta de pistola.
El “día de los enamorados” Moreno Navor fue interceptado por dos sujetos en la avenida Eva Perón de Alderetes. Lo amenazaron con armas de fuego y le quitaron su motocicleta.
Ese mismo día Analía Viltri también fue víctima de un robo, pero con distinta modalidad. Dejó estacionada su moto en la vereda, en la calle Reconquista de Banda del Río Salí, y al salir ya no estaba.
El 16 de febrero, a Jorge Racedo lo chocaron cuando andaba en su moto. Por los golpes lo llevaron al hospital.
Al volver al lugar del choque, el rodado había desaparecido. Un día después, Norma Madrid denunció que a su hijo lo habían amenazado dos sujetos con un arma de fuego y luego le robaron la moto en El Chañar. Ese día también perdió su medio de movilidad en Lastenia Alejandro Díaz, a quien cuatro delincuentes que viajaban en dos motos le dijeron que le dispararían si no entregaba su moto.
Un par de horas después, Isaac Quiroga denunció que tres personas le robaron su moto en Alderetes tras mostrarle que estaban armados.
También en el sur de la capital hubo ataques: el 10 de febrero Guillermo Amaya tuvo que entregar la moto de su hermano en avenida Jujuy al 2.200 ante la amenaza de que le pegarían un tiro.
Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/671855/policiales/grupos-armados-acechan-motociclistas-este.html - See more at: http://www.contextotucuman.com/nota/34524/bandas-de-ladrones-armados-recorren-la-provincia-cazando-a-los-motociclistas.html#sthash.WJTrutXO.dpuf
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