Los casos de robos perpetrados bajo la modalidad de "hombre araña" se vienen multiplicando vertiginosamente. Vivir en un primer o segundo piso ya no parece un obstáculo para la delincuencia, que toma riesgos por ahí sabiendo que, en varios meses, este tipo de delitos no han tenido esclarecimientos.
Pero esta vez, solo el azar determinó que el saldo no hay asido letal. Otra vez un delincuente ejecutó un robo en un inmueble, mientras su dueño dormía, pero esta vez el damnificado advirtió la presencia del sujeto y tuvo un desenlace insólito.
El hecho ocurrió en la madrugada del viernes, cuando el residente de un complejo de departamentos de calle Suipacha -pasadas las 4 de la mañana- oyó ruidos extraños y se sorprendió al verse cara a cara con un sujeto que había accedido tras romper una ventana. Lejos de amilanarse ante su presencia, el hombre decidió enfrentar al malviviente, sin contemplar los riesgos que eso implicaba.
En el fragor de la lucha, por razones que no fueron detalladas, la víctima cayó desde 5 metros de altura, se estima que desde un balcón, lo que hizo que el malhechor huyera con rumbo desconocido, no sin antes apropiarse de un teléfono celular.
Evidentemente, la doble víctima tuvo mucha fortuna en su caída, porque desde la altura en que se precipitó al suelo las consecuencias pudieron ser fatales, y lo que aparece como curiosidad hubiera sido para otro tipo de crónicas. Y en el caso de que quien se precipitara al vacío hubiera sido el delincuente, seguramente su víctima hubiera enfrentado un largo proceso, además de pasar una experiencia traumática que, sin dudas, hubiera cambiado su vida para siempre.
En el lugar trabajó la Policía mediante personal de la Comisaría 8va, quienes caratularon el hecho "Robo Agravado por Escalamiento", pero nada se dijo de los otros perjuicios que seguramente enfrenta la víctima.
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