Los padres de Brian Morales expresaron su dolor por la pérdida de su hijo que fue asesinado en Cuadro Nacional el domingo por la mañana. Pidieron justicia y reclamaron que la familia Velásquez se fuera del barrio.
Dolor, angustia, bronca y resignación fueron algunos de los sentimientos que no pudieron ocultar los padres de Brian Morales, el joven de 21 años asesinado el domingo a la madrugada en Cuadro Nacional.
Es que justo en el "Día del Niño", Brian perdió la vida de una puñalada a manos de un tercero que él ni siquiera conocía, según contó su madre María Alejandra Morales. "Mi hijo murió en el lugar del hecho por un cuchillazo que le atravesó el pulmón y tocó su corazón", recordó entre llantos durante la entrevista con UNO de San Rafael.
Todo empezó el sábado por la tarde en Cuadro Nacional cuando Brian y su hermano fueron a comprar un par de cervezas y en el camino se encontraron con los Velásquez, una familia con la que Morales mantuvo una disputa desde la adolescencia. Allí cruzaron algunos insultos y agresiones verbales hasta que el joven y su hermano se fueron a su casa.
Así la tarde transcurrió, entre vaso y vaso de cerveza, hasta que llegó la noche y a las 23.30 un amigo de Brian lo pasó a buscar. "Esa fue la última vez que lo vimos en casa", recordó su padrastro Carlos Torres, que lo crió desde los dos años.
"Mi hijo era un indio, tomaba cerveza y no niego que fumaba marihuana, pero desde que nació su beba de 8 meses se había calmado y hasta empezó a trabajar por su hija". Esa noche Brian se fue con un amigo y a las 2 se encontró nuevamente con parte de la familia Velásquez.
Uno de ellos, Jesús, señaló María Alejandra, lo invitó a zanjar las diferencias que tenían y tras un par de insultos se agarraron a las trompadas. En el medio de la lucha, según uno de los testigos, apareció Edgardo Muñoz (22), que sería novio de la hermana de Jesús Veláquez.
Según la madre de Brian, "Muñoz tomó un objeto contundente, golpeó a mi hijo en la cabeza y luego lo apuñaló por la espalda a la altura del costado superior izquierdo". Brian quedó recostado sobre un árbol, repleto de sangre y con los ojos semiabiertos.
En este escenario de confusión, Muñoz y Jesús Velásquez abandonaron la calle y rápidamente se escondieron en la casa de la familia de éste mientras el amigo de Brian corrió hasta la casa de los Morales a darle la noticia a la mamá de Brian.
Al llegar a la escena del crimen, según María Alejandra, "nos recibieron a piedrazos y nadie nos quería ayudar" y agregó "mi hijo se estaba muriendo y no sabíamos qué hacer hasta que le pedimos a un vecino que lo llevara al hospital".
En el camino hacia el nosocomio, mientras la madre tapaba con sus manos la herida, una ambulancia recogió el cuerpo de Brian y lo trasladó hasta el Schestakow. Según los médicos que revisaron el cuerpo, relató la mamá, "el chico murió en el lugar donde cayó, en Los Ranqueles al 284, frente a la casa de los Velásquez".
"Queremos que se haga justicia y que la familia Velásquez no viva más en el barrio", reclamó el padrastro quien aclaró también que "es mentira, como salió en algunos medios, que mi hijo llevaba 70 porros encima, a lo sumo tendría una piedra de marihuana".
En este contexto, entre lágrimas, Carlos señaló que "ahora viene lo más duro porque Brian tiene una hija de 8 meses que ya extraña a su padre y a quien en unos años le vamos a tener que contar lo que pasó".
Para María Alejandra, "siempre hubo diferencias entre los Velásquez y mi hijo, pero acá no fue un problema de drogas, armas o poder en el territorio" y agregó que "simplemente hubo una pelea y un tercero, sin razón alguna, se metió y mató a mi hijo".
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