lunes, 10 de agosto de 2015

Noche de violencia y enfrentamientos en barrio El Molino

La gresca generó la preocupación de los vecinos, que llamaron al 911. Al arribar las fuerzas, los grupos se unieron en contra de ellos y hubo balas, piedras y móviles dañados. Una vecina señaló a nuestro diario que “somos rehenes de estos delincuentes, nadie nos protege”.



Hace pocos días, una trifulca enfrentó a algunos pobladores del barrio Güemes con cuerpos policiales, marcando un clima enrarecido que merece preocuparse. En la noche del sábado volvieron a registrarse incidentes con un marco parecido. Tres móviles dañados, dos de ellos atacados con arma de fuego, fue el saldo de la intervención de la Policía en una riña que se desarrollaba  en el callejón Pedregal del barrio El Molino.

Cerca de la 1 de la mañana, varios llamados al 911 informaron de un conflicto en dicho barrio, por lo que hasta allí se desplazaron varios efectivos policiales. Lejos de que su presencia sosegara los ánimos, quienes protagonizaban la reyerta efectuaron varios disparos a tal punto que dos proyectiles impactaron en el cristal y en el paragolpes de los mencionados vehículos, que además sufrieron otros daños por las piedras y ladrillos que "llovían" de todos lados y causaron la rotura de parabrisas y la chapa. Un tercer automóvil de la fuerza terminó con la luneta destrozada y el capot abollado.

Afortunadamente, a pesar de la violencia del ataque, ningún efectivo resultó lesionado, informaron desde la fuerza a Diario San Rafael. Una fuente oficial señaló a nuestro medio que "se trató de una emboscada por la que debemos agradecer ninguno terminó con heridas, más allá de los daños que se registraron en los móviles".

Pero los testigos del episodio afirmaron que fue una verdadera "batalla campal" librada contra policías que acudieron a  frenar los enfrentamientos entre bandas antagónicas, que desde hace mucho tiempo tienen a maltraer a esa comunidad.

"Pasa siempre lo mismo, se enfrentan entre ellos y cuando llega la Policía se unen para atacarla", dijo conmocionada una vecina del barrio a este diario. En su declaración señaló que "somos rehenes de estos delincuentes. Por estas cosas la Policía no viene y nadie nos protege".

Es que fue una verdadera emboscada, ya que los efectivos repentinamente fueron sitiados por delincuentes que, a diferencia de otras ocasiones, no dudaron  en arremeter contra ellos utilizando armas de fuego, cuyos disparos derivaron en importantes daños materiales, lo que implica que queden fuera de circulación.

Una situación similar vivió la Policía local días atrás en un hecho ocurrido en una zona contigua al barrio Villa Laredo, donde un auxiliar  fue despojado de su arma reglamentaria, lo que dio lugar a violentos incidentes entre efectivos y vecinos que pretendieron evitar la detención de dos malvivientes.

En El Molino, a pesar de los graves disturbios, no hubo personas detenidas, dado que en su totalidad eligieron "recovecos" para guarecerse de la posible reprimenda policial.

Sucesos que antes eran patrimonio de barrios peligrosos de los conurbanos de las grandes ciudades tienen ya como escenario la otrora tranquila ciudad de San Rafael. Es un dato a tener en cuenta, sobre todo porque estos crescendos nunca se sabe donde terminan.

“Pasa siempre lo mismo, se enfrentan entre ellos y cuando llega la Policía se unen para atacarla", dijo conmocionada una vecina del barrio a este diario. En su declaración señaló que "somos rehenes de estos delincuentes. Por estas cosas la Policía no viene y nadie nos protege”.

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