Chicos armados no dudan ajustar cuentas

Tiene 16 años y varios alias como “Popeye”, “El Turro”, “Lula”, es un neto producto de la marginalidad. Extrañamente todavía “no está fichado” por la policía, pese a que sus andanzas se limitan al escrache, al robo de viviendas, o a hacer el papel de “vigilante” mientras sus cómplices “revientan” casas sin moradores.

Como al pasar dijo “todos andamos armados, quien más, quien menos tenemos una pistola, un revolver, una escopeta o simplemente una tumbera”. Esta confesión confirma que en el mundo del delito sanrafaelinocirculan cientos de armas de fuego en el mercado negro y en el submundo de la delincuencia.

Este último fin de semana hubo un muerto (Walter Zapata, de 19 años) en la Isla del río Diamante, y tres personas más que ingresaron a la guardia de urgencias del hospital Schestakow para su atención con heridas de armas de fuego.

De acuerdo a los profesionales del citado nosocomio consultados por INFO YA!, los fines de semana los lesionados por agresiones en riña son varios, pero la mayoría de ellos evitan denunciar a sus atacantes. Hacen funcionar muy bien el código del silencio, pero los gastos que proporcionan al Estado son muchos.

Entonces para un médico “lo que se debería hacer es cobrarle esas pérdidas que sufre el hospital en brindarle atención, deberían ser afrontadas por ellos”. Algo que es real porque mucha gente que concurre al hospital para atenderse de enfermedades comunes a veces no reciben medicamentos porque no hay en existencia, pero si hay los que hacen faltas para atender a los heridos de balas por discusiones donde el delito los propulsa a apretar gatillos sin medir las consecuencias.