miércoles, 17 de junio de 2015

Otra vez la inseguridad a plena luz del día

Las calles de nuestro departamento se han destacado por su tranquilidad. Sin embargo en la tarde de ayer alrededor de las 16 esta quietud fue interrumpida por un nuevo hecho delictivo.



Pablo Saromé dejó su auto estacionado en calle Buenos Aires a metros de Avenida Rivadavia. Se encontraba estudiando, y cuando escuchó el sonido de la alarma de su auto acudió a la calle, donde encontró que habían roto el vidrio de la puerta trasera derecha.

En su Peugeot 207 había dejado una mochila que seguramente ha sido el elemento que atrajo a los delincuentes. Pero lo peor es que debajo del asiento de adelante se encontraba escondida su notebook personal, que fue descubierta y sustraída por los cacos.

Una vecina de la zona contó que vio escapar a dos chicos hacia el sur por calle Buenos Aires. En el lugar se hizo presente personal de policía de Mendoza que patrulla en bicicletas. Tomaron los datos del hecho y emprendieron rastrillajes para buscar los elementos robados.

Pablo nunca se hubiera imaginado que una tranquila siesta sanrafaelina le podrían romper el vidrio de su auto. Ni siquiera las medidas de seguridad que se puedan tomar, como las alarmas, pueden detener a los malvivientes que en pocos segundos cometen los delitos, huyendo rápidamente de lugar sin dejar rastros.

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