Según confirmó la fuerza, el martes bien temprano los sabuesos irrumpieron en cuatro casas ubicadas en callejón Pedregal y alrededores, entre ellas donde reside una familia que habría sido la cabecilla del ataque armado y con piedras que sufrieron los uniformados el fin de semana.
Producto de los procedimientos fueron detenidas tres personas, todas con antecedentes penales y sospechadas de haber arremetido contra los efectivos. Sin embargo una confiable fuente admitió que al no haberse secuestrado el arma con que dispararon a los móviles "no había suficientes elementos para mantenerlos detenidos", por lo que no se descartaba -al cierre de esta edición- que recuperaran prontamente la libertad.
De acuerdo a las averiguaciones realizadas el autor de los disparos contra los vehículos policiales está identificado, aunque buscan pruebas suficientes para sostener la acusación. Las repercusiones en la fuerza por el hecho del domingo no terminan y ayer, otro jefe de la fuerza, dijo a este diario que "por cinco centímetros hoy no estamos lamentando la muerte de un compañero", en referencia a uno de los disparos que impactó en el parante izquierdo, contiguo al parabrisas, de uno de los móviles. Asimismo esta misma fuente señaló que "los ocupantes del primer vehículo que llegó al barrio no deberían haberse introducido al ´corazón del lugar´, sino aguardar el arribo de refuerzos".
Más operativos
En la tarde-noche anterior a los operativos ejecutados por personal de Investigaciones, fue el turno de personal de Cuerpos Especiales de la fuerza, quienes realizaron varias aprehensiones y secuestraron motos cuyos conductores no pudieron justificar la tenencia.
Desde dicha división anticiparon que serán periódicas e intensas este tipo de maniobras para garantizar la tranquilidad de varios vecinos del barrio que afirmaron a nuestro diario sentirse desprotegidos por la actividad de delincuentes.
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