Los uniformados se demoraron cuarenta y cinco minutos en volver al destacamento, momento en el que descubrieron que faltaba un equipo electrógeno.
La duda está si en realidad el aviso para esa salida de emergencia fue pura coincidencia o parte del plan de los ladrones.
Lo cierto es que los desconocidos aprovecharon bien la oportunidad y se llevaron un grupo electrógeno de más de 70 kilos relativamente nuevo y que, en caso de cortes del luz, suministraba energía a los equipos de comunicaciones y a parte del edificio de la sede de los Bomberos Voluntarios de la ciudad de Caucete, situado en la esquina de las calles Juan José Bustos y Rawson, en el centro de esa ciudad.
Los propios bomberos relataron que un hombre se acercó al cuartel ayer a las 3.10 y alertó que había un incendio en inmediaciones de las calles Divisoria y La Plata.
Esta persona, de la que se tomó los datos, relató que un árbol se estaba quemando y parecía que se iba a caer. Fue así que de inmediato los dos voluntarios que se encontraban de guardia subieron a la vieja autobomba Ford F-100 y partieron a las 3.13 hacia ese lugar en las afueras de Caucete.
El incendio no era grande, de modo que apagaron las llamas y emprendieron el regreso. A las 4 arribaron al cuartel y, para desconcierto de ellos, notaron que las puertas del depósito y taller estaban abiertas. Cuando revisaron ese galpón descubrieron que faltaba el equipo electrógeno del destacamento.
Después vieron unas marcas en las paredes, como si hubieran trepado por una de las medianeras. ‘Vinieron preparados. Cortaron los candados con una tijera para entrar.
Parece que no les dio tiempo para llevarse más cosas, pero de todas forma hicieron un daño muy grande. Ese equipo electrógeno daba energía a todo el cuartel y si era necesario lo llevábamos en caso de emergencia’, relató el oficial José Alcaraz, de los bomberos voluntarios. La denuncia se hizo en la Seccional 9na.
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