Está imputado de ultrajar a un chico de 12 años el pasado 29 de diciembre, a plena luz del día y a metros de la plaza del B° CGT Chimbas.
Un lavacoches que está acusado de violar a un chico de 12 años a plena luz del día y a metros de una plaza de Chimbas, fue procesado por el juez de instrucción Maximiliano Blejman por el delito de abuso sexual con acceso carnal. El imputado tiene 32 años y prácticamente fue linchado por una veintena de vecinos cuando lo detuvieron.
Juan Manuel ‘Manota’ Ovalles (32) cayó preso el 11 de enero pasado después de que un grupo de personas quiso hacer justicia por mano propia tomándolo a golpes y apedreando su casa en B° Virgen de Fátima, Chimbas. Desde entonces quedó preso, y por lo visto continuará, dado que esta última semana el titular del Cuarto Juzgado de Instrucción le dictó el auto de procesamiento con prisión preventiva por un delito sexual que tiene penas de 8 a 20 años de cárcel.
La violación de la que lo acusan ocurrió el 29 de diciembre pasado y tuvo como víctima a un chico de 12 años que jugaba solo en la plaza del B° CGT Chimbas. Según la causa judicial, eran las 13 cuando apareció un sujeto y empezó a llamarlo insistentemente. El niño se acercó inocentemente al hombre y éste lo tomó por la fuerza. Así fue que lo llevó hacia unos pastizales, lo tiró al suelo y lo sometió sexualmente.
Una vez que abusó de él, lo amenazó para que no contara a nadie lo sucedido. Esto explica de por qué el chico no le dijo nada a su madre ese día, pese a que ella notó que andaba rengueando. La mujer recién se enteró de lo ocurrido el 4 de enero pasado, después de que lo interrogó ya que el niño seguía con dolores y andaba angustiado.
En ese entonces, por el miedo que tenía, el niño dijo que el agresor era un sujeto calvo. Sin embargo, posteriormente señaló que el violador era el tal ’Manota’, un vecino del otro barrio. De hecho, lo señaló en rueda de reconocimiento y ratificó sus dichos por medio de la Cámara Gesell. Un informe psicológico indicó que no mentía ni fabulaba, a la vez que otro estudio sobre la personalidad de Ovalles señaló que se observan en él ’indicadores patológicos, rasgos perversos,
tendencias a buscar satisfacción sexual sin tener en cuenta la voluntad del otro’, explicó una fuente judicial. El acusado negó los cargos y dijo que el día de la violación estuvo bebiendo con tres amigos y su novia. Esa coartada luego se cayó, puesto que uno de sus amigos declaró que hacía tiempo que no lo veía y la supuesta novia negó cualquier vínculo con el acusado.
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