martes, 9 de junio de 2015

Llegó ebria con su hermano y ató a la hija para que la viole

Los hermanos confesaron el aberrante ultraje contra la niña, que tenía 12 años. Y ayer los condenaron a 8 años, la pena acordada con un fiscal.



La niña veía televisión cuando llegaron, borrachos, su mamá y el hermano de la mujer, un sábado de octubre de 2013. En la puerta del rancho, hubo un breve cruce de palabras entre los adultos, antes de que la chica fuera llevada a una de las dos piezas de la precaria construcción.

Allí ocurrió lo peor: su propia madre ayudó a sujetarla, a sacarle la ropa y le ató las manos y los pies con cordones de zapatillas, para que su hermano la violara.

Justo cuando el ultraje concluía, llegó otra hermana de la mujer, le ayudó a vestir a la niña y, aunque quedó indignada y prometió denunciar, el caso se mantuvo en silencio.

Todo pasó en el departamento Iglesia y recién llegó a la Policía en febrero de 2014, cuando la propia chica le contó todo a su papá la vez que la dejaron ir a visitarlo (los padres estaban separados) y llorando se negó a volver con su mamá, dijeron fuentes judiciales.

Ayer esa mujer que tiene 32 años y su hermano de 41, fueron condenados a 8 años de cárcel por el juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal). Esa pena habían aceptado en un acuerdo de juicio abreviado con la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós a través de su abogado, Oscar Torres, indicaron.

DESCONTROL

Cuando el caso estalló, la mujer negó todo y acusó a su ex. Dijo que se robaba a la niña, que se perdían por horas, que la chica le contó que la había violado y que a ella la amenaza con un cuchillo. Esa versión apoyó su hermano cuando negó ser autor del ultraje.

Sin embargo la propia niña al ser entrevistada con el sistema de Cámara Gesell, no sólo dio detalles de cómo ocurrió el terrible abuso sexual perpetrado por su tío con ayuda de su propia mamá, aquel día de octubre. También le contó a su papá de continuas borracheras en su casa.

De las juntadas con sexo que tenían a su madre como protagonista. Y de los indisimulados acosos e intentos de abuso que sufría por parte de esos visitantes.

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