El robo en el interior de la bodega Uvasa en las cercanías del barrio Soemga de General Alvear derivó en un feroz enfrentamiento entre delincuentes y policías que llegaron de todo ese departamento y de San Rafael para repeler la avanzada de los malvivientes.
Desde la fuerza indicaron que todo comenzó cuando acudieron a la firma ubicada sobre la avenida Circunvalación, donde un llamado al CEO informó sobre el hecho delictivo, pero también a raíz de disturbios que se estaban generando en el lugar.
De inmediato fue necesaria la intervención de más refuerzos policiales, debido a que eran muy pocos los efectivos que participaron inicialmente del operativo, en relación a la cantidad de vándalos que formaban parte de los incidentes.
"Había quince policías contra sesenta personas dispuestas a atacarlos", sintetizó un colega del vecino departamento que cubrió la situación.
De acuerdo a lo que señalaron desde la Policía, el grupo de maleantes emboscó a los policías y los encerró para golpearlos y atacarlos con palos, armas blancas e incluso armas de fuego. Como podían, los efectivos buscaban repeler la violencia empleada por los delincuentes, aunque la inferioridad numérica y el salvajismo de los atacantes lo impedían.
Rápidamente dos efectivos debieron ser retirados por sus propios compañeros a raíz de sufrir heridas que era necesario que fueran asistidas. Fue tal la irascibilidad de los malvivientes que hasta impedían el acceso de ambulancias que llegaban hasta el foco del conflicto.
La situación desbordó la capacidad operativa de la Policía de Alvear, por lo que comenzó a solicitarse la colaboración de Cuerpos Especiales de San Rafael que se desplazaron para prestar apoyo.
A medida que transcurrían los minutos la tensión iba en aumento, incluso en el hospital Enfermeros Argentinos, hasta donde fueron derivados uniformados y al menos un civil herido, por lo que ante el arribo de familiares se complicó nuevamente la situación, y se dispuso un cordón policial en el nosocomio para evitar nuevos incidentes.
De acuerdo a lo que señaló el jefe distrital de la Policía en el Sur, Hugo Lucero, cuarenta efectivos de San Rafael se sumaron a los policías alvearenses, quienes se habían visto sobrepasados ante el insistente avance de unos sesenta delincuentes. La cuestión a decidir entre Lucero y el juez Murcia era, además de repeler las agresiones, pasar a otra instancia para detener a los causantes.
Sin embargo, según corroboró este diario mediante fuentes vinculadas al hecho, para evitar males mayores, el magistrado ordenó no avanzar, principalmente para resguardar la seguridad del encargado de la bodega que recibió múltiples amenazas por reportar el hecho delictivo.
Sin embargo, la decisión de Murcia de replegar al personal policial generó extremo malestar en las filas, principalmente después de saber que uno de sus compañeros, el auxiliar José Murcia, estaba siendo operado de urgencia a raíz de una botella de vidrio que estalló en su rostro.
De acuerdo a lo que supo este diario ayer, el efectivo recibió 26 puntos de sutura en la zona afectada. Además, el jefe de la UEP de Alvear, Sergio Agostini, y al menos otros diez uniformados, debieron ser asistidos por diversas lesiones.
Fue tal la bronca de los policías que participaron del operativo con el juez Murcia, que uno de ellos lo increpó y calificó de "tibio" su accionar frente a la avanzada de los delincuentes. Es que a pesar del tremendo acto de violencia perpetrado, no hubo un solo detenido y apenas se dijo que "varios protagonistas del hecho han sido identificados".
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