Esta madrugada ingresaron a robar en dos departamentos de altura en el edificio ubicado en Comandante Salas 150, y que parecían tan seguro que las puertas de los balcones permanecían sin medidas de seguridad.
Llama poderosamente la atención el profesionalismo de los ladrones, que ingresaron a un departamento cuando dormía la familia y ninguno advirtió su presencia, por lo que estuvieron a merced de los mismos.
Además, se trata de un edificio que cuenta con medidas de seguridad, un portero eléctrico y un encargado. También sorprende que hayan ido a robar a un lugar ubicado a media cuadra de la Policía Federal.
De las averiguaciones practicadas, personal policial señaló que "todo indica que los ladrones treparon primero al techo de una casa de prendas de vestir contigua al Edificio Fernando I, cuyas dos primeras plantas están ocupadas por comercios, oficinas municipales, y de un organismo nacional".
A partir de allí, los delincuentes escalaron a la primera terraza con frente a calle Comandante Salas, y luego ascendieron al balcón del segundo nivel, departamento ocupado por una señora mayor que no se encontraba en el mismo porque hace unos días fue internada por problemas de salud, explicó uno de los vecinos que también vive en el edificio.
Luego, los ladrones forzaron una ventana y accedieron al interior, donde revolvieron todo en busca de dinero y joyas. Sin embargo, de acuerdo a lo señalado por fuentes oficiales a Diario San Rafael, los malvivientes se alzaron solo con un juego de cubiertos de plata y oro.
Concluido el robo en dicho lugar, y no conformes con el botín, los malhechores fueron por más, y emulando al "Hombre Araña" arribaron al tercer piso, donde ejercieron el mismo modus operandi y forzaron la puerta corrediza para adentrarse en el departamento donde dormían una mujer y sus dos hijos.
Increíblemente, los ladrones se movilizaron por el departamento con total sigilo, a tal punto de haber recorrido cada habitación, de donde se llevaron una computadora, una tablet, dos pen drive propiedad de la dueña del departamento, y un teléfono celular de la cabecera de la cama donde, a pocos centímetros, dormía uno de los hijos.
Lo hicieron de tal manera que nadie despertó, ni siquiera dio la alarma una catita bulliciosa que la familia tiene como mascota.
En el lugar trabajó personal de la Comisaría 32 junto a Científica e Investigaciones, quienes no salían de su asombro ante las características de ambos atracos.
De acuerdo a lo que indicaron desde la fuerza a nuestro diario al cierre de esta edición, había pocas pistas de los asaltantes y no descartan apelar a las cámaras para tratar de identificar a los que dieron el intrépido golpe.
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