En dos procedimientos por faena clandestina y venta ilegal de carne, Policía Rural de Alvear incautó unos 70 kilos de carne vacuna y hay dos personas procesadas por el Código de Faltas.
Además de transportar la mercadería en vehículos sin cadena de frió, en condiciones higiénicas paupérrimas y sin certificado que avalara la sanidad, los vendedores no pudieron demostrar de donde provino la carne. Encima, un de los carniceros ambulantes, utilizaba una balanza adulterada.
“Más allá de la procedencia dudosa de la carne, acá lo importante es la salubridad de la población, la transportaban de una forma totalmente inaceptable. La gente que no se deje engañar por un precio más bajo porque eso que le venden puede tener cualquier enfermedad”, dijo el oficial inspector Alejandro Méndez, jefe de la subdelegación de Policía Rural de Alvear.
Los operativos arrancaron por la mañana en Bowen. Un joven de 25 años iba casa por casa ofreciendo distintos cortes a un valor que casi era imposible resistirse. Cuando los efectivos lo interceptaron, encontraron en una vieja Chevrolet 7 bolsas de plástico con 5 kilos de carne cada una.
El segundo procedimiento ocurrió en las inmediaciones de calle 4. Un hombre de 65 atraía la atención de los clientes por el lado del bolsillo. Vendía los cortes $20 más económicos que en una carnicería.
Lo que no sacaba a relucir era como transportaba la carne. En el baúl de un Peugeot 504, junto a un motor viejo y oxidado, un madero y una caja de herramientas entre otros artículos desprovistos de la más mínima limpieza, estaba el recipiente plástico con la mercadería.
En ambos casos la carne fue secuestrada y junto a la infracción al Código de Faltas por faena clandestina, les iniciaron una causa en la que se investiga el robo de ganado ya que ninguno de los dos pudo demostrar la procedencia de los productos cárnicos.
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