"Es muy triste, señor -dijo Valdés Márquez esta mañana en Diario San Rafael-, no poder hacer nada; es el cuarto robo que sufro este año, la Policía va cuando se la llama, pero nunca atrapan a los ladrones".
Y afirmó: "Esta vez estoy convencido de que es alguien que conoce perfectamente mis movimientos; esa noche había ido a casa de amigos y cuando volví a eso de la 1 de la mañana me encontré con la desagradable sorpresa".
Es un hombre muy trabajador, contó, ya que en temporada cosecha, y en otros momentos trabaja en los hornos de ladrillos. "El quisco lo tengo para aumentar mis ingresos, pero los ahorros se los llevan los ladrones", comentó.
La propiedad está en Atuel norte, a unos 700 metros de Calle Larga en Cañada Seca. "Estoy muy triste, porque no puedo creer que la inseguridad llegue hasta lo más profundo de la sociedad sanrafaelina y no respetan ni a los discapacitados", afirmó.
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