Un contador fue asesinado este viernes de un balazo en el cuello en la ciudad entrerriana de Paraná mientras perseguía a un grupo de delincuentes que momentos antes le habían robado la moto a su hijo, informaron fuentes policiales.
La víctima fue identificada por la policía como Ricardo Lizarraga (63), quien murió en forma instantánea mientras trataba de recuperar la moto XR 400 que le habían robado a su hijo instantes antes.
Según las fuentes, el hecho se inició esta madrugada, alrededor de las 3, cuando el hijo del profesional llegaba a su casa de calle Estrada, en la zona noroeste de Paraná, y fue abordado por los delincuentes que le robaron la moto en la que se desplazaba.
El muchacho ingresó a la vivienda y alertó a su padre sobre lo ocurrido, por lo que el contador tomó su camioneta y salió en persecución de los ladrones, a los que divisó cuando huían por calle Estrada hacia el barrio conocido como Bajada Grande. Al llegar al cruce de Estrada y Anacleto Medina, los asaltantes lo vieron y comenzaron a dispararle con un arma calibre 9 milímetros.
Uno de los balazos impactó en el cuello del contador, quien murió en forma casi instantánea. La camioneta en la que se desplazaba Lizarraga, ya sin control, detuvo su andar luego de chocar contra el frente de una casa.
Efectivos policiales que llegaron al lugar momentos más tarde encontraron la motocicleta robada abandonada en inmediaciones del ex atracadero de balsas, cerca de donde había sido robada por los asaltantes.
Fuentes vinculadas con la investigación revelaron que Lizarraga salió en persecución de los delincuentes sin llevar ningún tipo de arma consigo.
Los pesquisas analizaban las imágenes registradas por las cámaras de seguridad existentes en la zona de la costanera paranaense para tratar de determinar hacia donde huyeron los delincuentes y sus posibles identidades.
Interviene en el hecho el juez de instrucción Ricardo Bonazzola.
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