miércoles, 15 de octubre de 2014

Violencia de Género: Girala declaró contra Sosa Destacado

El bailarín está imputado de "Femicidio en grado de tentativa y amenazas en concurso real” contra su ex pareja, Laura Girala, quien declaró ante el tribunal integrado por los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y Raúl Rodríguez.



El fiscal es Norberto Jamsech; el abogado querellante (representante de Girala) es Tíndaro Fernández; mientras que los abogados defensores son Rufino Troyano y Ariel Lisardes.

En la mañana del martes, el imputado llegó esposado y escoltado por personal policial (está bajo prisión preventiva). Se abstuvo de declarar por esta causa por recomendación de sus abogados.

Además hubo otro debate entre Sosa y su hermano Serafín, por otra denuncia que tuvo el primero por parte del segundo también por agresiones. Sin embargo a pedido del denunciante, se suspendió la ejecución penal por un acuerdo con su hermano. Entre llantos, el bailarín le pidió perdón.

Por otra parte, el miércoles declaró Laura Girala, quien evitó en todo momento dirigirle la mirada a Sosa. Bajo juramento relató los hechos vividos durante el tiempo que convivió con él, habiéndose quebrado varias veces mientras hablaba.

En el testimonio que duró más de dos horas, la mujer comenzó relatando cómo conoció a Sosa y se enamoró de él. Luego habló sobre las agresiones sufridas antes de la golpiza (hay que tener en cuenta que su relación comenzó dos años antes).

Narró detalladamente una serie de hechos de violencia que se dieron en el comercio donde trabaja en Av. San Martín. Aseguró que Sosa le decía que a él “le salía el monstruo que llevaba dentro”. Si bien ella nunca lo vio consumir, dijo saber que el imputado era adicto a la cocaína.

Luego declaró sobre la fuerte golpiza que recibió el 31 de diciembre de 2012. Relatar las agresiones de ese día por parte de Sosa –cuyas lesiones fueron corroboradas por la Justicia- y el presunto intento de femicidio, hicieron que la mujer se quebrara al punto de que los jueces decidieron hacer un cuarto intermedio.

Aseguró que días antes, pidió una restricción de acercamiento pero no se la otorgaron.  El momento más difícil fue cuando recordó haber sido sorprendida en la cochera de su casa por el bailarín, quien tras decirle que la iba a matar, la golpeó brutalmente con un leño que sacó de la churrasquera.

Los defensores de Sosa buscarán probar que realmente, el imputado no tuvo intención de matarla, es decir, que no hubo “femicidio en grado de tentativa”, sino “lesiones graves”.

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