La información trascendió ayer y fue confirmada a Diario San Rafael por el jefe de la Policía Vial, Daniel Ciardullo. La mujer, que circulaba en un Chevrolet Celta, perdió el dominio del vehículo en la intersección de Balloffet y Sarmiento y terminó impactando a un árbol. Por suerte solo sufrió heridas leves, pero la sorpresa vino después, cuando policías la sometieron a un control de alcoholemia.
El resultado sorprendió a propios y extraños: 3,75 gramos de alcohol en sangre, una cifra casi ocho veces superior a la permitida por la ley, que es de 0,5. "Nunca vi algo así", dijo Ciardullo a nuestro diario, apenado por esa situación. "Con 3 por ciento de alcohol en sangre se produce el coma alcohólico", se explayó el comisario.
Afortunadamente la salud de la joven quedó prácticamente intacta y tampoco afectó a terceros, un verdadero milagro, si tenemos en cuenta que manejaba un vehículo, a alta velocidad y en estado de inconsciencia total.
Para tener idea de la magnitud de la graduación alcohólica que tenía en su sangre, nos remitimos a la tabla de niveles oficializada por la Organización Mundial de la Salud. El caso de esta joven se ubica en valores que van de 3,00 a 3,99 g/L, los que habitualmente provocan depresión grave del sistema nervioso central, pérdida del conocimiento y posibilidad de muerte.
Esa condición genera desequilibrio y disminución de la frecuencia cardíaca. La conductora estuvo cerca de llegar a otro nivel, donde ya la posibilidad de convulsiones y la propia muerte son mayores. El nivel de riesgo, con una graduación superior a los 3 g/L de alcohol en la sangre, es extremo, según los profesionales de la salud.
Para saber cómo se adquiere una graduación alcohólica tan elevada, basta indicar que 3,75 g/L de alcohol en sangre equivalen a unos 15 vasos de vino.
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