jueves, 7 de agosto de 2014

Madre de la mujer asesinada por su pareja: "Mi nieta más grande dijo que su papá mató a su mamá"

En diálogo exclusivo con UNO de San Rafael habló la mamá de Débora Gómez , la chica a la que mataron a martillazos en la cabeza. Detalles del crimen de Rama Caída: la mató a martillazos, se la iba a llevar en el baúl del auto y se arrepintió



El asesinato de Débora Gómez (24) conmocionó a la sociedad local, que todavía no sale de su asombro por las características del homicidio, que dejó a tres chicos sin su madre y con su padre preso. Es que el fin de semana pasado, Débora Gómez perdió la vida tras ser golpeada a martillazos en la cabeza.

En este contexto, Marisa Gómez (43), madre de Débora, rompió el silencio y dialogó en exclusivo con Diario Uno de San Rafael y Canal 6.

Compungida hasta las lágrimas, Marisa no puede creer lo que sucedió y relató que “estuve con ellos hasta el sábado a las 22.30, luego me traje a los dos chicos más grandes a dormir a mi casa”. Doce horas más tarde la Policía le comunicaba el asesinato de su hija.

“Jesús Ayala era un buen padre, trabajaba para mantener a los tres chicos, aunque no fuera el papá de todos, de 7 y 3 años y el bebé de 5 meses”, agregó Marisa y señaló que “nunca imaginamos este desenlace”.

Aparentemente, según la mamá de Débora, “hubo antecedentes de violencia de género en la pareja”, Cuando eran novios, añadió, “Jesús la golpeó en dos oportunidades, por eso tenían una relación distante con mi esposo”.

Marisa tuvo la desagradable misión de tener que reconocer en la Morgue a su hija, que según las pericias recibió golpes y un par de mazazos en la cabeza que terminaron con su vida.

La mujer no entiende qué pasó esa noche y contó que “Jesús llegó como siempre a su casa a las 22 después de trabajar en la estación de servicio, luego pasada la medianoche salió y mi hija se quedó con el bebé “ y agregó que “unas horas más tarde regresó y se desencadenó la pelea que le costó la vida a mi hija”.

Ahora, los tres chicos quedaron bajo la custodia de la abuela, que el martes dialogó con el padre de Jesús, que le acercó la ropita que guardaban en la casa donde vivía la pareja. En ese encuentro, según Débora, el padre de Jesús habría confesado que “su hijo lo llamó diciéndole que se había mandado una cagada'”.

En este escenario señaló que “la más grande está con tratamiento psicológico porque conoce la verdad y me dijo que su papá mató a su mamá, en cambio la de tres años no sabe lo que sucedió”.

La terrible confesión de la nena estremeció a Marisa, quien junto a su esposo no pueden entender el presente que los toca vivir. Ahora solo pienso “en cómo salir adelante, necesito que me ayuden a criar estos chiquitos que son lo más importante en toda esta tragedia”.

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